Mnnnn, como no tengo nada que decir, como todo mi caudal creativo -que no es que sea mucho- está concentrado en otros asuntos, voy a estar algunos días así como disperso -a no ser que alguna musa tetuda me susurre obscenidades al oído-.
Quiero escribir algo para una tiparraca; pero no una tiparraca cualquiera; no la típica tipa de intelectualidad postiza, como la mía propia. Una tiparraca inteligente de verdad... la verdad, todo esto me impone mucho.
Para variar, en este lío no me ha metido mi orgiástica cualidad de bocazas, no, me ha metido la orgiástica bocaza del peludo... y viene de lejos, del día en que le dio por robar ese libro. Pero vamos, no tiene nada que ver con el libro mangado...
En fin, tengo prisa, aquí os dejo lo que llevo hasta ahora, a ver que os parece. Cuando lo analicéis, poneros en el papel de una estricta institutriz germana, o así:
(Insertar título aquí)
-La proterva caterva dijo Hipocorístico, aliterado, arrastrando las palabras con desgana-.
-¿Pero de qué cojones estás hablando? Le inquiría violentamente Isabelo, obteniendo como única respuesta de Hipocorístico un tosco gesto, nada disimulado, con el que señalaba a un grupo de tardo-adolescentes de aspecto orillero, y ánimos agitados-. Pero baja esa puta mano, mamón...
Isabelo estaba acostumbrado a no entender a Hispocorístico; pensaba que un nombre como ese debía trastornar sin remisión a cualquier prepúber, por más apacible y comprensiva que fuera la atmósfera donde creciera... no era el caso de Hipocorístico. Desde la más tierna infancia debió soportar las vejaciones de sus compañeros, por el sólo hecho de llamarse como se llamaba.
Había un no sé qué en ese nombre que conseguía sacar lo peor de absolutamente toda la ralea abusiva del colegio. Era blanco diario de bromas cruentas, cuando no de palizas inopinadas.
La primera palabra que aprendió, en el comienzo de su delirante carrera semántica, fue estoico. La repetía ante cada nuevo abuso, con cara de catequístico mártir infante en el instituto, cuando derivó hacia el ateísmo, abominando de sus debilidades religiosas infantiles, la cara del estoicismo que mostraba era más clásica, más al estilo de Boecio-; lo que invariablemente enloquecía, todavía más, al matón de turno que propendía en más y más golpes, buscando alguna catártica reacción de dolor en el agredido... reacción que nunca llegaba, con lo que el agresor debía cejar en su empeño, extenuado. A Hipocorístico le divertía pensar en Freud para tratar de analizar el comportamiento de sus compañeros: toda aquella agresividad, toda aquella violencia se debían, sin duda, a una rampante homosexualidad reprimida... luego se deprimía al recordar que Freud lo explicaba todo con homosexualidades latentes, y con obscuros e indecentes complejos sexuales...
-¿Qué coño era eso? Volvió a requerir Isabelo.
-Una aliteración Respondió el otro con indolencia.
-¿Cómo has llamado a ese grupo de Kinkis?
-Proterva Caterva Dijo Hipocorístico, repitiendo la figura de dicción.
-¡Joder, no me lo puedo creer! Dijo su amigo, afectando la exclamación.
-Bueno, sí, ya sabes, como aquella de la infame turba de nocturnas aves... es de Góngora repuso después de un incómodo silencio; a Isabelo se le opacaba el brillo de los ojos de pura desolación-, no te podrías imaginar cómo la encontré traducida el otro día, en ese idioma de escitas que mascullan en Gran Bretaña: the infmaous disturbances of nocturnal birds... y todavía habrá quién no acepte la inferioridad supina de esa lengua con respecto a nuestro egregio castellano peroró Hipocorístico, completamente embelesado por el sonido de su propia voz.
...
A partir de aquí estoy pensando en remedar malamente a Boris Vian -al surrealismo de Vian-, más que nada por ver si la tipeja coge la referencia...
Posted by Isabelo at 14 de Octubre 2003 a las 10:40 PMHoy he leído una frase que me ha recordado a usted indefectiblemente: "A los intelectuales orgánicos hoy en día nadie les toma en serio".
Ahí queda eso :P
Posted by: Germán on 14 de Octubre 2003 a las 11:40 PMUh...
Posted by: Adrián on 15 de Octubre 2003 a las 12:38 AMApenas capto, Don Isabelo, la intención última tras este trabajo de orfebrería metalingüistica en el que anda afanándose. La mención a la tiparraca de rancio abolengo cultural no es demasiado aclaratoria. ¿Es el viejo y fiable amor el que guía su pluma o sólo quiere ayudar a su amigo el peludo a conseguir sus lupanarios objetivos? O quizás lo que quiere es labrarse un porvenir en los círculos poderosos de la sociedad, cual Agag ansioso de poder.
Sea como fuere, la tiparraca sin duda quedará gratamente impresionada por su prosa, más que nada porque no le quedará otra si no quiere admitir que hubo de recurrir profusamente a la larousse y el maría moliner. Ah, y no dude en utilizar a Vian. Añada alguna referencia a Gran Hermano o cualquier otro icono pop reconocible y las puertas se abrirán como la cueva de Sherezade (o algo por el estilo).
Sobre el título, podría ir en la línea de "La necesidad de ser multicultural"...
Posted by: Protervo, Catervo y Aliterativo on 15 de Octubre 2003 a las 04:51 PMPostearía algo, pero, cada vez más, siento que no pertenezco a este lugar. Menos ahora que soy del Fan Club de Mirta Bertotti.
Alguien se acuerda de la frase: "Alpargatas sí, libros no"?
O sólo la conocen los que tienen la (des)gracia de ser argentinos?
La historia no nos ha enseñado nada.
Oiga, Germán, eso de intelectual orgánico me suena a hippie con ínfulas, y con una aversión enfermiza por la higiene personal...
Amigo La Milk, quiero medrar, como el buen Agag -y para ello estoy dispuesto, supongo que como este gran personaje de nuestro tiempo, a hacer todo tipo de vejatorios favores sexuales... tanto a hombres como a mujeres-; también quiero deslumbrar por el mero regocijo de mi fatua vanidad; y quiero follarme, de poder ser, a la interfecta... quiero hacer, básicamente esto, y no precisamente en este orden...
Cabría calibrar, por otra parte, si las acciones de un hombre no tienen, siempre o casi siempre como fin último, el de intentar llevarse al huerto a una pobre incauta...
Señorita Joaca... esto, con esta gente, ciertamente comienza a ser muy endogámico -y le aseguro que es una palabra que odiamos todos-, así que quédese, aunque sólo sea para enriquecer nuestros horizontes...
Posted by: Isabelo on 15 de Octubre 2003 a las 09:46 PMLo de alpargatas sí, libros no, debe de ser, en efecto, exclusivamente argentino. Aquí muchos crecimos con el "si no quieres ser como yo, lee", de Pablo Carbonell, en la "Bola de Cristal", celebérrimo programa infantil de los 80...
Posted by: Isabelo on 15 de Octubre 2003 a las 09:50 PM