10 de Octubre 2003
La proterva caterva -afirmó él, aliterativo-...
Andaba ayer algo trasnochado y sólo eran las cuatro de la tarde-, cuando me llamó un peludo invitándome, entre increpaciones, a que le pagara unas cervezas... yo acepté sin haberme percatado de la añagaza retórica dónde yo lo pagaba todo; la ofuscación y la debilidad espiritual de aquel momento puntual me salió cara...
A eso de las Cinco y cuarto estábamos en la puerta del Anais:
El Anais es el típico café-literario, ahíto de tiparracas y de algún que otro oscuro intelectual el otro día andaba un grupo debatiendo si garaje era con g o con j; es con j, claro. Es la quijotesca veleidad de trocar una palabra tan impúdicamente francesa, para que resulte superficialmente española-... el típico cultureta-freak -de gafas de pasta y demás accesorios milimétricamente dispuestos para proyectar una rancia imagen de ente cerebral- que confluye a estos garitos esperando embelesar a cualquiera de estas incautas vulgo tiparracas-, con un par de dispersas, y abigarradas, e inopinadas citas del autor que toque esa semana.
La verdad, mayormente, las tiparracas que constituyen el paisaje del bar suelen tener como charla de mayor altura intelectual el color de su ropa interior... no nos engañemos, el bar está situado en un inmejorable rincón del centro de la ciudad, y esa atmósfera exótica suele atraer a las muchachas que van a comprar trapitos por los alrededores...
Así, nuestro atribulado cultureta sólo podría embelesar con su anecdótica intelectualidad a muchachas menos espectaculares, que, desde luego, no le merecen el esfuerzo porque además, este tipo de imbécil es pusilánime por definición-.
Pero me enrollo demasiado. Aquí la entrada del Anais, el Café está parcialmente recubierto de estanterías con libros... pero está fatalmente iluminado, de ahí la escasa calidad de la foto.
Aquí abajo, el peludo, en un acceso de cleptomanía, roba un libro de 250 pesetas -1.5-, después de gastarnos 16 en cerveza; un libro de un autor que ninguno de los dos conocía -y que no lo conozca él, pase; pero que no lo conozca yo...-; un libro que tiene pinta de ser un peñazo isufrible.
El Bohemia:
La foto de la entrada está tomada escasos minutos después de la del Anais, distan uno del otro apenas unos cientos de metros andábamos oteando el horizonte, por ver cuál de los dos tenía mejor... ganado... ¡ejem!-. Quise aprovechar la luz para que la foto saliera bien... las que vienen después son muchas horas y más cerveza después... entre que el sitio está poco iluminado, y que yo ya llevaba el punto de mira extraviado... bueno, salta a la vista.
En fin, esta foto en plan artista conceptual me la sugirió el peludo, y como ya estaba en esa altura de la historia en que se es totalmente permeable a las sugestiones exógenas, no pude negarme.
Lo malo de las que siguen no es que no pudiera mantener estático el teléfono... lo malo es que cuando las veía, las veía bien...
Ya explicaré otro día lo del título... si me da por ahí...
Posted by Isabelo at 10 de Octubre 2003 a las 02:07 AMQuerido Isabelo, llevaba ya varios días esperando este post (seriamente pensando que sería el de las fotos de tus partes) y debo decir que cada vez debo buscar más palabras en el diccionario. No sé si el problema es mio, o es tuyo. (vulgo: a ver si te ponés las pilas y escribís en castellano que nosotras, las tiparracas, podamos entender). Por otro lado, estoy seriamente preocupada por tus amistades......vamos, que uno te hace pagar, el otro te ofrece a su novia.....deberías reveer tu entorno.
Creo que eso fue todo. Volveré mañana cuando esté más lúcida (si se puede)
Yo abogaría por la postura de que las tiparracas no acaban de captarlo. Más que nada porque como uncool y desintelectual que me considero yo sí entiendo todos los palabros que coloca el amigo Isabelo (algunos así como a traición, cual protervo master de rol colocando dragones gays).
En cuanto a las amistades a mí no me sorprenden en absoluto, son del mismo pelaje y similar calaña a la de nuestro amigo el telefotógrafo etílico este...
Posted by: Germán on 13 de Octubre 2003 a las 01:09 AMEs usted un perdulario, Germán... eso que ha dicho sobre mi calañ... digoooo, mi rancio abolengo, no me lo repite en la calle...
En un mes y medio -más o menos-, le busco por Madrid y ajustamos cuentas -en Callao a las siete, por supuesto-; vaya buscando padrinos y eligiendo entre florete o pistola...
Posted by: Isabelo on 13 de Octubre 2003 a las 02:19 AMDisculpe el señor (Germán) pero por más que pretenda disimular sus aires y pretenciones de intelectual (sin ofender), no lo logra por completo. Por lo demás, abogue, pero no se nota ni lo parece, más bien todo lo contrario.
Sin comentarios sobre la calaña de Isabelo, supongo que sabe cuidarse y abrigarse para no enfermarse.
Y parto, porque las tiparracas que no entendemos las palabras estamos organizando la contraofensiva.
Me olvidaba, me alegro mucho que entienda todas las palabras, si sigue así terminaré por felicitarlo.
Posted by: Joaca on 13 de Octubre 2003 a las 02:50 AMOiga, Joaca, hace bien en no creer esas falacias de que este Germán no es un intelectual... ¡¡si hasta lleva perilla de literato!!, por lo demás, espero que su contraofensiva se centre en los intelectuales y no en los deportistas, como yo, sólo tiene que ver mi última entrada...
Posted by: Isabelo on 13 de Octubre 2003 a las 04:47 AM