Zahúrda Subrepticia

Política y Alienación (II)

Alguien, llevado quizá por un irracional optimismo podría haber pensado, dado el punto y aparte de la entrada de ayer, con esa pretendida desconfianza del ejecutivo de ZP, que en esta segunda entrega entraría en el improperio fácil contra la izquierda, cual si fuera un epígono de Federico Jiménez Losantos... siento desilusionarlo, pero para su ración de demencia sectaria deberá seguir sintonizando cada mañana la COPE, o leyendo Libertad Digital.

Aclaraciones aparte, andábamos hablando de una lectura que se seguía de lo ayer expuesto, continuemos con la exposición...

La derecha cavernaria hace tiempo que entendió y aceptó que es muy difícil cambiar una realidad negativa. Lo tuvieron que aprender a las malas: si sería difícil para toda una generación de políticos capaces e inteligentes, habría que reconocer que es poco menos que imposible para unos Cascos, Palacios, Trillos, Cañetes, De Los Castillos, Montoros, etc, etc.
No nos engañemos, esta gente sólo podría actuar sobre un problema de una única manera: empeorándolo.

Por otra parte, la izquierda, y el centro-izquierda representado por el PSOE, todavía mantiene un lastre vetusto rayano en lo utopista y casi, casi diría que crepuscularmente revolucionario: la intención de darle solución cabal –y real- a los problemas del pueblo; un anacronismo político, se mire por donde se mire.

¿A quién no le pareció ridículo crear un Ministerio de La Vivienda, por ejemplo? ¿Quién no amagó una sonrisa malévola, o directamente criticó el invento, por superfluo, como hicieron los Populares?
En última instancia, no importa que desde los agentes económicos se estén valorando positiva, y hasta entusiastamente, las primeras medidas adoptadas por dicho Ministerio. Subyace, a un nivel parapolítico, el lamento por la cantidad de energía malbaratada...

¿Por qué malbaratada?

Volvamos al Partido Popular. Si tenían la capacidad de resolución de problemas limitada –o incluso si realmente no tienen esta capacidad- ¿De qué armas políticas se valió?
Enumerar todas las burdas acciones de alienación y mediatización que han llevado a cabo populares sería harto dilatado; por lo demás, son comportamientos fácilmente identificables por cualquiera con un mínimo de inteligencia...
Sólo me voy a centrar en una que me parece la más significativa: la utilización de los medios estatales, y afines, para reinventar la realidad antes de trasladársela a los españoles: he aquí el gran secreto.

Da igual que el país vaya de culo, mientras la gente piense que va bien... verbigracia: da igual que una bomba la hayan puestos unos moros, si podemos hacer creer a la gente que han sido unos torvos señores con txapela... bueno, esto es la teoría, luego sabemos que hay pequeñas divergencias con la práctica (jojojo).

En este sentido digo que es energía malbaratada. ¿Cuántas más energías, preocupaciones, desvelos, etc, etc, le habrá provocado a la señora Ministra de Vivienda la atinada elección de estas medidas, de lo que le habría costado una mera mediatización del país?
El efecto sería el mismo, la gente creería que desde el Ministerio hacen algo...
El PP también acometió algunas medidas para fomentar el alquiler de viviendas: los propietarios desgravaban parte del alquiler que percibían... glorioso; esto sí es modernidad y madurez política.

La excelentísima señora María Antonia Trujillo, no se da cuenta de que la medida de equiparar la desgravación por la compra de una vivienda, con la del alquiler –sí, sí, ahora desgrava el que paga el alquiler... si es que cuando digo que les lastra un ridículo utopismo es por algo, copón-; la de establecer ayudas directas, la creación de la Agencia Española para el Alquiler, etc, etc, va a ser asimilada de la misma forma por el pueblo que las medidas para fomentar el alquiler de los populares. Pura semiótica. Entonces ¿para qué tanto quebradero de cabeza?

Y ojo a las últimas citadas: las ayudas directas* para la adquisición y el alquiler, como la creación de una Agencia Estatal para gestionar dicho alquiler... ¿más gasto social? ¿Ya estamos con el despilfarro? ¿Es que no se dan cuenta de lo fácilmente tergiversable, y lo difícilmente vendible que es el gasto social?

El español, es un hecho incontrovertible, prefiere la milonga del Déficit 0, antes que el gasto social. Prefiere sentir la ilusión espiritual, o filosófica, de que el país va bien, pese a que para ello se tengan que empobrecer –o desaparecer- servicios universales e inalienables.

Concluyendo.
Entiendo que un político de izquierdas tiene una reserva importante de idealismo; creerá firmemente, incluso, que otro mundo es posible, pero en algún momento habrá de reconocer lo orgiásticamente déspota de su comportamiento.
Si el español quiere que le mangoneen, quiere que la cosa vaya bien, y si no va bien quiere que le mientan, porque no se quiere preocupar, ¿quién se cree el político de izquierdas para contravenir el posicionamiento del pueblo soberano? Olvidémonos de ilustrados y positivistas, dejemos al pueblo elegir su destino... y aprovechémonos de las circunstancia... espero que el PSOE, si no quiere ser flor de un día, aprenda esta lección. (JOJOJO)

* España es el país de toda la UE que menos ayudas directas otorga para la adquisición o el alquiler de viviendas. Concretamente, España no da un duro en ninguno de los dos supuestos.
España es, también, el país de mayor gasto indirecto, pero sólo, obviamente, en la adquisición de inmuebles.
Es un claro desequilibrio, con un evidente ganador: el especulador inmobiliario. Aunque, ya lo decía ese gran Humanista que es Paco Álvarez Cascos: Si en España se venden tantas casas, es porque hay dinero para comprarlas...

Posted by Isabelo at 2 de Junio 2004 a las 12:57 AM