Zahúrda Subrepticia

Política #1

No iba a hablar sobre política, en serio... tenía el firme propósito de contar mis experiencias con Testigos de Jehová, ya que hoy he tenido un encuentro que se podría calificar, sin presunción ninguna, como antológico... pero he llegado a mi casa, me he puesto a leer la información del día y entre curas llamando a las armas, el ridículo acróstico de Trillo y otras soplapolleces de La Secta, la narración de mis correrías incívicas deberá esperar a mañana.

Empecemos por ese ridículo personajillo que ha obtenido sus cinco minutos de fama, en el episodio semanal de menoscabo al gobierno soberano propugnado por La Secta y sus esbirros mediáticos.
Jorge Moragas es un diputado del PP, con todo lo que de esto se infiere de sus limitadas entendederas, que, como ustedes sabrán, fue expulsado de Cuba en un lamentable incidente diplomático que viene a redundar en los más profundos defectos de la dictadura castrista, bla, bla, bla...
El señor Moragas, no sé si en Septiembre o en Agosto –o antes- ya entró en Cuba con un visado de turista –visado que no es tal, es un mero trámite comercial que se consigue, simplemente, al comprar un billete de avión en una agencia de viajes-. En aquella ocasión y dada la eminente labor diplomática -y más que diplomática, política- que hizo este fantoche, el gobierno cubano le tuvo que advertir de que cuando volviera a la isla, pasara los trámites legales preceptivos –esto es, pedir un visado especial por vía diplomática, o lo que fuere, que yo no soy ningún experto-.

Hay quien dice que ya en el primer viaje, el señor Moragas intentaba realizar esta absurda pantomima, y que ni él ni el PP han buscado otra cosa que poder rasgarse amarga y exageradamente las vestiduras, utilizando de forma procaz y alunada todo este asunto...
Pues bien, allá se fue Moragas en un segundo viaje, esta vez, procurando dejar claro a medios y autoridades cubanas, que iba sin visado diplomático, que llegaba para entrevistarse con políticos de la disidencia, etc, etc: provocando. Esta vez, como digo al principio, tuvo éxito en su propósito y lo echaron.

No me interesan las reacciones políticas que todo esto ha tenido en España. No me voy a parar en los ladridos, una vez más, que al subnormal de Acebes le dicta Ánsar... me quedaré con la crítica que de la actitud de Moragas ha hecho Osvaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano de Liberación cubano, impulsor del Proyecto Varela, premio Sajarov –concedido por el Parlamento Europeo-, y todo un referente en la disidencia de la isla. Este buen hombre ha dicho que actos como el del señor Moragas, no ayudan en nada a la oposición al Régimen Castrista...

Pero claro, Payá, que es un hombre muy sosegado y nada estridente en sus declaraciones, quizá no se dé cuenta de que al PP se la suda la disdencia, como se la sudan los cubanos y el propio Castro; lo único que quieren hacer, igual que con el Yakovlev, con los atentados terroristas, con todo, con cualquier cosa, es exprimirle el provecho que para ellos pueda tener, y arrojarlo posteriormente a un lado.

Pasemos a la vesánica vanilocuencia de los curas:

“No es fácil encontrar en la historia, en tan corto espacio de tiempo, tantos cambios que afectan a la moralidad que un pueblo ha mantenido como inapreciable valor durante siglos, a no ser en momentos de golpes de Estado”

Esto lo dice un tal noséqué García Burillo, a la sazón obispo de Ávila... y claro, se queda tan pancho. Como tan panchos se han quedado todos y cada unos de los curillas anteriores, en todas y cada una de las infamantes, cuando no intolerables, soplapolleces que han venido diciendo. No quiero entrar a debatir todas y cada una, porque es lo de menos. Porque sería concederle una preeminencia injustificada a la opinión de una caterva de beatos supersticiosos, en temas que desconocen; temas de una complejidad y una importancia vital, traumática, como para que la estupidez inveterada de esta escoria pueda menoscabarlos, siquiera superficialmente.

No me entra en la cabeza como estos hijos de puta, tienen cojones de oponerse a una investigación médica que promete unos resultados casi quiméricos, en el tratamiento de muchas de las peores enfermedades que asolan hoy en día a la humanidad... pero en fin...
Lo que no se debería permitir, y el gobierno debería disponer de las herramientas para evitar, o si no existen, crearlas, es que la Iglesia se lance a hacer política de esta manera.
Claro que, el gobierno tiene que soportar pagar una obscena cantidad de dinero anual a los curillas, para que estos sufraguen veleidades mediáticas que se dedican casi exclusivamente a difamar, precisamente, al gobierno.

En fin, del acróstico de Trillo mejor ni hablo; si alguien dudaba de la salud mental de este patán –quicir, si alguien dudaba que estaba completamente desequilibrado-, aquí tiene la última prueba.

¡Ah! Al parecer hoy es mi cumpleaños

Posted by Isabelo at 19 de Octubre 2004 a las 05:54 AM